¡Vacaciones! , ¡vacaciones!... época donde me
sorprende en demasía cuando escucho hablar a jóvenes en los pasillos de la
universidad y hasta en exposiciones académicas, sobre la belleza de otros
países, de como la pasaron bien o en “forma” como dicen ellos en esos países, y
más, cuando maravillados de esos países se expresan, que si tenían el parque
tal, o el paisaje aquel, - ¡Cosa única en el mundo!-, nada que ver con este país,
entonces, atreviéndome, y hasta pasando por entrometido, les pregunto: muchas
veces sorprendido, ¿por qué no eligieron viajar por Venezuela? Y la respuesta
me sorprende más aún, casi siempre la misma: - “porque en Venezuela no hay nada
que ver”- ¡mayor falsedad! ¿No creen ustedes?
Solo de la manera más sencilla, y sin ninguna
pretensión de ser un experto, me voy a referir a unos sitios turísticos únicos en
este país, los "Parques Nacionales Venezolanos" ellos sin duda son un
elemento muy importante en la conservación de la naturaleza y en el equilibrio
ecológico, y a lo largo y ancho del territorio nacional existen varios de ellos,
que además de contribuir con su propósito fundamental, resultan ser lugares
turísticos reconocidos no solo en el país, sino el mundo entero.
Comencemos nuestro viaje por estos Parques Nacionales
venezolanos adentrándonos en el maravilloso y enigmático Parque Nacional
Canaima, segundo parque más grande de Venezuela, además de ser el más famoso,
ya que allí se encuentra el majestuoso Salto Ángel, el mayor salto de agua
conocido en el orbe.
En esta maravilla natural el visitante puede ver y
sentir los famosos tepuyes, montañas prehistóricas de cumbres planas, que
acapara la visual del horizonte, ofreciendo un paisaje realmente único por su condición de ser el lugar más antiguo y original de la tierra.
La aventura extrema en Venezuela no finaliza en tepuyes, selvas, saltos y caudalosos ríos, ya que el Parque Nacional Delta del Orinoco, ofrece toda la paz y armonía de sus selváticos afluentes, lagos de arenas movedizas, sorprendente fauna, y su extraordinario y largo Rio Orinoco de un ancho caudal que cubre desde Delta Amacuro hasta el Amazonas, es decir, casi parte en dos el territorio nacional.
Del extremo y selvático sur, pasemos a las caribeñas
y tropicales aguas del Parque Nacional Mochima, que al igual que la luz del sol,
entra al territorio nacional y se extiende por las cálidas playas e islas de
toda la costa marítima de los estados Sucre y Anzoátegui en el oriente venezolano,
es decir, desde la legendaria e
histórica Cumaná hasta el moderno y pujante Puerto la Cruz.
Durante todo el año el más brillante y cálido sol
broncea constantemente a toda la costa, y más al centro norte, en pleno
archipiélago de Venezuela, corazón del Mar Caribe, el
Parque Nacional Los Roques, a tan solo pocos minutos aéreos de La Guaira, el
puerto de Caracas. Este es otro de los lugares más promocionados del país
debido a sus transparentes y paradisiacas playas de blancas arenas, colmadas de
una profunda belleza e importancia ecológica.
Majestuoso e igual de bello, pero con la fortaleza
de su cercanía a tierra firme el Parque Nacional Morrocoy, un sinnúmero de cayos ubicados
en las aguas de la porción septentrional del Golfo Triste, al nor-oeste de Venezuela,
Morrocoy es un paraíso con sus blancas y calmadas playas, manglares, arrecifes
coralinos y fácil acceso, uno de los parques preferidos por propios y extraños.
De todo ese calor, color, sabor y playas pasemos a modo de magia, como solo se
puede hacer en esta tierra de gracias, a las blancas nieves del majestuoso
Parque Nacional Sierra Nevada, ubicado en las altas cumbres andinas
pertenecientes al sistema de montañas más alto de Suramérica, sede de los
pueblos Incas. En sus estrechos valles, junto a sus verdes paisajes con olor a
flores y hortalizas, y a sus rocosas y heladas montañas, el Parque
Nacional Sierra Nevada albergan a los más pintorescos y amables pueblos, al
estilo de las clásicas fabulas de cuentos de hadas.
Sigamos este recorrido por los andes, más al oeste,
casi frontera con Colombia, nos encontramos con el Parque Nacional Chorro El
Indio, cerca, muy cerca de San Cristóbal, mágico lugar de cuentos, tradiciones y
leyendas que da origen a su cascada.
La magia de nuestro país no cesa en su espectáculo,
y como si fuera poco, su cosmopolita ciudad capital, Caracas, le ha sido regalada
la más impresionante panorámica visual, que por siglos, ha inspirado a poetas,
músicos y pintores…
El Guaraira Repano, corazón del Parque Nacional El Ávila,
el más grande ornato que ciudad alguna tenga, y que puede ser descubierto por
innumerables caminerias o su imponente teleférico; pero hay más, cual hermano
mayor al Ávila, el Parque Nacional Goatopo, es un
territorio conformado por vastos bosques húmedos tropicales ricos en vida
vegetal y fauna, casi una selva muy cercana a la gran zona Metropolitana de
Caracas.
Pero cualquiera diría: ¡esto es mucho para un país!
para Venezuela, nunca es suficiente; sino que lo diga un misterioso desierto
llamado Parque Nacional Los Médanos de
Coro, con veloces vientos, que en segundos cambia de posición y forma las finas
y amarillentas dunas de arena…
Y no se diga, en el otro extremo del país los
mágicos canales fluviales del Parque Nacional la Restinga cuyas calmadas aguas
y enigmáticos manglares hacen de dos islas, una sola, Margarita, la perla del
Caribe, famosa por infraestructura hotelera.
Pero si de aventura se trata, Venezuela da hasta
para un viaje al centro de la tierra en la enigmática e impresionante “Cueva
del Guacharo” con su profunda oscuridad, solemnes estalactitas, ríos
subterráneos y misteriosas aves, el final perfecto para las historias de Julio
Verne, algo mayor no se puede pedir.
En Venezuela hay muchos más para la
aventura perfecta, ya que en este país cuenta con una vasta y gran geografía,
con más de cuatro decenas de Parques Nacionales, cada uno con sus propias característica,
bondades y aventura, así como final de esta nota podemos decir que a lo largo y
ancho del territorio nacional hay Parques Nacionales para todos los gustos, así
que cuando muchachos piensen en viajar, prefieran las bellezas que nos ofrece
nuestra tierra, y con ello estarán contribuyendo
con el desarrollo del país y el turismo nacional.