ENTREVISTAS
Tertulias tras el micrófono
La melodía de sus voces y sus palabras sugestivas son toda una invitación. Ellos son voz, imagen y marca. Conózcalos...
por RUTH CARRASQUERO | imagen: NORGE BOSCÁN | DOMINGO 20 DE MAYO DE 2012
De arriba hacia abajo: Hugo Eduardo, Willie Nelson, Hilder J. Hernández y Rafael Aponte
Reunirlos en un mismo lugar y en un mismo instante resultó ser mucho más que entrevista: se convirtió en una tertulia llena de anécdotas y convivencias transcurridas a lo largo de varias décadas de pasión y dedicación.
Atrás quedaron las preguntas concebidas para un cuestionario; el encuentro culminó siendo una jovial conversación entre viejos amigos, que aprovecharon la oportunidad para fotografiarse juntos.
Y es que juntar a cuatro de las mejores voces de la publicidad de la región no fue tarea fácil, pero tampoco imposible, y así lo demostraron Rafael Aponte, Hilder J. Hernández, Hugo Eduardo y Willie Nelson.
Una tertulia entre locutores puede llegar a ser una oda a los halagos y a la discusión sana sobre su apasionante profesión y oficio. Unos alegan que primero la radio y después todo lo demás; otros sencillamente aseguran que este oficio es una forma más de hacer dinero. Lo cierto es que hacer radio para ellos es un estilo de vida.
Hilder J. Hernández, la voz de la memoria
Pertenece al grupo CRB, también está en Televisa y es docente universitario en la materia. Tiene 32 años en la radio.
Llegó de Barquisimeto -su terruño- a los 18 años de edad para estudiar en la universidad. En Maracaibo descubrió la magia de la radio y como todo locutor de los buenos, comenzó como avance.
"Tengo 32 años en la radio, ya me convertí en zuliano por antigüedad. Recuerdo que cuando comencé a trabajar ganaba 150 bolívares por tres horas de trabajo, pero hubiera pagado un millón por trabajar ese tiempo, porque esto para mí es y siempre ha sido apasionante", menciona Hernández.
Como un apasionado, no solo de la radio, sino de la tierra que se convirtió en su casa, Hilder J. señala que Maracaibo es muy particular por toda su historia, y la radio nació bajo esa misma estructura.
"Cuando nació la radiodifusión en el Zulia, estaba llena de maestros, de poetas; entre ellos estaba Udón Pérez; en cambio, en Caracas todo se diferenciaba por el hecho de que allá la hacían hombres pudientes, hombres que mercadeaban, hombres de sociedad", explica su visión histórica, dándole un origen al hecho de porqué Ondas del Lago llegó a ser la quinta emisora más importante de Latinoamérica.
Hugo Eduardo, el irreverente
Se ha desarrollado en el área de la comunicación. Actualmente se dedica a la fotografía profesional.
Recuerda que su comienzo en Radio Reloj -a mediados de los años 80- fue casi igual al del resto, con la suerte de lograr ocupar la vacante dejada por Rafael Aponte en el programa Pop Parade.
"Cuando Rafael deja de hacer el Pop Parade, yo ya trabajaba enRadio Reloj y había grandes nombres como Guillermo Tell, Alejandro Tancredi y yo era un muchacho nuevo. Los avances éramos Daniel Sarcos y yo, y él (Daniel) tenía como tres meses más en la emisora, por lógica a quien iban a llamar era a Daniel. Mi sorpresa es que a quien llaman es a mí. Para mí eso fue como la cumbre", dice apasionado.
Tras el Pop Parade llegaron el Top 40 y el World share show, que seguían siendo listas de los temas más sonados del momento, no solo a nivel local, sino nacional e internacional. Hugo Eduardo alcanzó así el primer paso de su internacionalización. El siguiente paso fue llegar a Caracas y allí llegaron las propuestas y conquistas para hacer voice over de diversas campañas publicitarias, documentales y voz marca de diversos canales y emisoras de radio.
"El mercadeo, la producción, la dirección y gerencia, y hasta la fotografía se convierten en aliados comerciales y profesionales de la locución, pero la magia sigue allí, en la cabina o frente al público".
Rafael Aponte, la experiencia
Es director de Kaliente 102.3 FM y conduce el programa Modelos y estrellas; además, está dedicado a la docencia de locución y oratoria.
Tiene casi cincuenta años en la radiodifusión, y siempre -asegura- habla con el mismo tono de voz; es decir, así como suena en radio, así suena en casa. "Yo comencé muy joven, tanto, que muchas puertas se me cerraron por mi edad. Me decían que debía adquirir más experiencia para poder aspirar algún puesto como avance", recuerda.
La experiencia que le exigieron en Caracas la ganó en su natal Zulia, logrando consolidarse como una de las voces más cotizadas y requeridas en la publicidad radial. Aponte menciona que ahora la juventud no es un impedimento, tal como le ocurriera en sus comienzos, pues con la incorporación de los espacios infantiles y juveniles a la programación radial, los micrófonos se han abierto a los niños y adolescentes.
"A los 14 años yo jugaba a hacer radio. Los amigos de esa época jugábamos a eso. Cuatro años después ya era locutor. Cuando llego a hacer el examen de locución ya tenia el léxico, hablaba bien... esa fue una práctica para mí mientras jugaba. Y mi programa de ahora se escucha con la misma voz y el mismo ahínco que cuando tenía 18 años", puntualiza. Reunirlos en un mismo lugar y en un mismo instante resultó ser mucho más que entrevista: se convirtió en una tertulia llena de anécdotas y convivencias transcurridas a lo largo de varias décadas de pasión y dedicación.
Atrás quedaron las preguntas concebidas para un cuestionario; el encuentro culminó siendo una jovial conversación entre viejos amigos, que aprovecharon la oportunidad para fotografiarse juntos.
Y es que juntar a cuatro de las mejores voces de la publicidad de la región no fue tarea fácil, pero tampoco imposible, y así lo demostraron Rafael Aponte, Hilder J. Hernández, Hugo Eduardo y Willie Nelson.
Una tertulia entre locutores puede llegar a ser una oda a los halagos y a la discusión sana sobre su apasionante profesión y oficio. Unos alegan que primero la radio y después todo lo demás; otros sencillamente aseguran que este oficio es una forma más de hacer dinero. Lo cierto es que hacer radio para ellos es un estilo de vida.
Willie Nelson o el hallazgo de una voz
Es voz marca de varias estaciones de radio, conduce Power Playen Suena 92.9, ejerce la docencia en Luz y la Universidad Francisco de Miranda.
Revelar ese don de llegar a la gente fue diferente para Willie Nelson, quien descubrió el poder que tiene su voz cuando estudiaba bachillerato. Para un acto escolar, le propuso a su profesor de educación artística cantar un tema; el educador lo puso en el escenario frente a la multitud estudiantil, que se sorprendió de "ver a un muchacho delgadito y negrito cantando como Rudy Márquez", interpretando además, una canción.
"En ese momento me di cuenta del poder que una persona podía llegar a tener frente a un auditorio. Claro, antes ya había descubierto que hablando rapidito y suavecito las muchachas no se daban cuenta de que uno era feo", narra entre las risas propias y las de sus colegas. Cantando una canción completamente desconocida pero imitando además, a un cantante famoso, no hubo quien no siguiera los coros. La voz había nacido, y con éxito.
Sin dejar de lado su vocación docente, Nelson recuerda que esa capacidad de llegar a la gente con la voz, dialogar con el oyente sin que esté frente a frente, se llama "la correcta afectación de la voz", y que para ser un buen locutor no solo hay que hablar bonito: hay que ejercitar voz y cuerpo, leer mucho y modular correctamente.
Atrás quedaron las preguntas concebidas para un cuestionario; el encuentro culminó siendo una jovial conversación entre viejos amigos, que aprovecharon la oportunidad para fotografiarse juntos.
Y es que juntar a cuatro de las mejores voces de la publicidad de la región no fue tarea fácil, pero tampoco imposible, y así lo demostraron Rafael Aponte, Hilder J. Hernández, Hugo Eduardo y Willie Nelson.
Una tertulia entre locutores puede llegar a ser una oda a los halagos y a la discusión sana sobre su apasionante profesión y oficio. Unos alegan que primero la radio y después todo lo demás; otros sencillamente aseguran que este oficio es una forma más de hacer dinero. Lo cierto es que hacer radio para ellos es un estilo de vida.
Hilder J. Hernández, la voz de la memoria
Pertenece al grupo CRB, también está en Televisa y es docente universitario en la materia. Tiene 32 años en la radio.
Llegó de Barquisimeto -su terruño- a los 18 años de edad para estudiar en la universidad. En Maracaibo descubrió la magia de la radio y como todo locutor de los buenos, comenzó como avance.
"Tengo 32 años en la radio, ya me convertí en zuliano por antigüedad. Recuerdo que cuando comencé a trabajar ganaba 150 bolívares por tres horas de trabajo, pero hubiera pagado un millón por trabajar ese tiempo, porque esto para mí es y siempre ha sido apasionante", menciona Hernández.
Como un apasionado, no solo de la radio, sino de la tierra que se convirtió en su casa, Hilder J. señala que Maracaibo es muy particular por toda su historia, y la radio nació bajo esa misma estructura.
"Cuando nació la radiodifusión en el Zulia, estaba llena de maestros, de poetas; entre ellos estaba Udón Pérez; en cambio, en Caracas todo se diferenciaba por el hecho de que allá la hacían hombres pudientes, hombres que mercadeaban, hombres de sociedad", explica su visión histórica, dándole un origen al hecho de porqué Ondas del Lago llegó a ser la quinta emisora más importante de Latinoamérica.
Hugo Eduardo, el irreverente
Se ha desarrollado en el área de la comunicación. Actualmente se dedica a la fotografía profesional.
Recuerda que su comienzo en Radio Reloj -a mediados de los años 80- fue casi igual al del resto, con la suerte de lograr ocupar la vacante dejada por Rafael Aponte en el programa Pop Parade.
"Cuando Rafael deja de hacer el Pop Parade, yo ya trabajaba enRadio Reloj y había grandes nombres como Guillermo Tell, Alejandro Tancredi y yo era un muchacho nuevo. Los avances éramos Daniel Sarcos y yo, y él (Daniel) tenía como tres meses más en la emisora, por lógica a quien iban a llamar era a Daniel. Mi sorpresa es que a quien llaman es a mí. Para mí eso fue como la cumbre", dice apasionado.
Tras el Pop Parade llegaron el Top 40 y el World share show, que seguían siendo listas de los temas más sonados del momento, no solo a nivel local, sino nacional e internacional. Hugo Eduardo alcanzó así el primer paso de su internacionalización. El siguiente paso fue llegar a Caracas y allí llegaron las propuestas y conquistas para hacer voice over de diversas campañas publicitarias, documentales y voz marca de diversos canales y emisoras de radio.
"El mercadeo, la producción, la dirección y gerencia, y hasta la fotografía se convierten en aliados comerciales y profesionales de la locución, pero la magia sigue allí, en la cabina o frente al público".
Rafael Aponte, la experiencia
Es director de Kaliente 102.3 FM y conduce el programa Modelos y estrellas; además, está dedicado a la docencia de locución y oratoria.
Tiene casi cincuenta años en la radiodifusión, y siempre -asegura- habla con el mismo tono de voz; es decir, así como suena en radio, así suena en casa. "Yo comencé muy joven, tanto, que muchas puertas se me cerraron por mi edad. Me decían que debía adquirir más experiencia para poder aspirar algún puesto como avance", recuerda.
La experiencia que le exigieron en Caracas la ganó en su natal Zulia, logrando consolidarse como una de las voces más cotizadas y requeridas en la publicidad radial. Aponte menciona que ahora la juventud no es un impedimento, tal como le ocurriera en sus comienzos, pues con la incorporación de los espacios infantiles y juveniles a la programación radial, los micrófonos se han abierto a los niños y adolescentes.
"A los 14 años yo jugaba a hacer radio. Los amigos de esa época jugábamos a eso. Cuatro años después ya era locutor. Cuando llego a hacer el examen de locución ya tenia el léxico, hablaba bien... esa fue una práctica para mí mientras jugaba. Y mi programa de ahora se escucha con la misma voz y el mismo ahínco que cuando tenía 18 años", puntualiza. Reunirlos en un mismo lugar y en un mismo instante resultó ser mucho más que entrevista: se convirtió en una tertulia llena de anécdotas y convivencias transcurridas a lo largo de varias décadas de pasión y dedicación.
Atrás quedaron las preguntas concebidas para un cuestionario; el encuentro culminó siendo una jovial conversación entre viejos amigos, que aprovecharon la oportunidad para fotografiarse juntos.
Y es que juntar a cuatro de las mejores voces de la publicidad de la región no fue tarea fácil, pero tampoco imposible, y así lo demostraron Rafael Aponte, Hilder J. Hernández, Hugo Eduardo y Willie Nelson.
Una tertulia entre locutores puede llegar a ser una oda a los halagos y a la discusión sana sobre su apasionante profesión y oficio. Unos alegan que primero la radio y después todo lo demás; otros sencillamente aseguran que este oficio es una forma más de hacer dinero. Lo cierto es que hacer radio para ellos es un estilo de vida.
Willie Nelson o el hallazgo de una voz
Es voz marca de varias estaciones de radio, conduce Power Playen Suena 92.9, ejerce la docencia en Luz y la Universidad Francisco de Miranda.
Revelar ese don de llegar a la gente fue diferente para Willie Nelson, quien descubrió el poder que tiene su voz cuando estudiaba bachillerato. Para un acto escolar, le propuso a su profesor de educación artística cantar un tema; el educador lo puso en el escenario frente a la multitud estudiantil, que se sorprendió de "ver a un muchacho delgadito y negrito cantando como Rudy Márquez", interpretando además, una canción.
"En ese momento me di cuenta del poder que una persona podía llegar a tener frente a un auditorio. Claro, antes ya había descubierto que hablando rapidito y suavecito las muchachas no se daban cuenta de que uno era feo", narra entre las risas propias y las de sus colegas. Cantando una canción completamente desconocida pero imitando además, a un cantante famoso, no hubo quien no siguiera los coros. La voz había nacido, y con éxito.
Sin dejar de lado su vocación docente, Nelson recuerda que esa capacidad de llegar a la gente con la voz, dialogar con el oyente sin que esté frente a frente, se llama "la correcta afectación de la voz", y que para ser un buen locutor no solo hay que hablar bonito: hay que ejercitar voz y cuerpo, leer mucho y modular correctamente.
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