EN 1945 UN LOCO HIRIÓ A TRES ARTISTAS DE LA RADIO


Escrito por hilderjhernandez 31-01-2015 en RADIO NACIONAL. Comentarios (0)



El 13 de enero de 1945 el diario El Heraldo, pública una noticia de primera página que involucra a Radiodifusora Venezuela, desde el día anterior, el personal de la estación y toda la gente involucrada a las diferentes actividades del medio radioeléctrico no podía creer aquel grotesco hecho, sin parangón alguno, que conmociono también a la opinión pública nacional, en especial la capitalina y marabina, ya que uno de los protagonistas era el afamado cómico y actor de espectáculos infantiles Víctor M. Saquisela, mejor conocido como Chaparrín, este de origen ecuatoriano llegado a tierras zulianas a finales de la década de los treinta a trabajar en Ondas del Lago Radio, allí participo desde la inauguración de la planta radial, en corto tiempo conquisto a la chiquillería, llagando a ser muy querido por la audiencia en general, tanta fue la resonancia de su éxito en la emisora marabina que a los pocos años, ya siendo toda una estrella en suelo zuliano, es solicitado por las emisoras radiales capitalinas, donde repite el triunfo, gracias a su don mágico de arrancar sonrisas en el público presente, como en el oyente.


“UN LOCO HIRIÓ A TRES ARTISTAS DE LA RADIO – Penetró en el Estudio de una emisora cuando se transmitía un programa.- Sin pronunciar palabra le tiró varias cuchilladas a los actores. – Pánico en la estación de radio. – Interviene la policía.” Este era el titular y los subtitulares de la información que rápidamente agoto los diarios de esa mañana, notas de farándula días posterior en los diarios El País, El Heraldo, El Universal, entre otros, comentaron que los puestos de revistas y pregoneros vociferaban a todo pulmón esta noticia para vender sus periódicos. Más adelante la nota tomada de la primera pagina de El Heraldo reseña como sucedieron los hechos:






“Ayer un poco más de la cinco y media, ocurrió un extraño suceso que causó honda impresión a quienes lo presenciaron, A la hora señalada se transmitía en Radiodifusora Venezuela un programa ordinario de variedades, en el cual actuaban conocidos artistas nacionales y extranjeros. El acto se desarrollaba normalmente ante la mirada regocijada de los numerosos espectadores que desde el auditorio presenciaban esa clase de atracciones. Cuando el locutor del programa, señor Tulio Alvarez, compañero en las lides periodísticas y escritor radial, se encontraba seleccionando la propaganda y uno de los artistas interpretaba un número cómico ante el micrófono, entro al estudio un sujeto desconocido.


Rápidamente se acercó a la mesa donde Alvarez de encontraba y sin mediar palabra alguna, le lanzó un terrible tajo bajo el cuello con un cuchillo de zapatero. Alvarez al ver el movimiento de su agresor, procuró desviar el arma. No obstante, el cuchillo le alcanzó produciéndole una extensa herida con sección del pabellón de la oreja izquierda. La cortadura se extendió desde la región occipital hasta la comisura externa de los labios. Luego que hubo herido a Tulio Alvarez, el sujeto se dirigió a donde se encontraba el cómico ecuatoriano Víctor M. Saquisela, mejor conocido con el mote de “Chaparrín” y le agredió también, Una herida en el cuello, junto la yugular, recibió “Chaparrín”. No contento con lo que había hecho, rápidamente el elemento en cuestión tiro varias cuchilladas más a los artistas que se encontraban en el estudio. El conocido compositor venezolano Inocente Carreño fué alcanzado por un tremendo tajo, el cual le rasgó el paltó y la ropa interior ocasionándole una herida en la espalda.


Como era natural el pánico de apodero de los artistas y el público que estaba en el auditorio. El sujeto siguió buscando más víctimas, En la reyerta en señor Melesio Betancourt, mejor conocido por el remoquete de “El Llanero de Averías “autor de varios joropos y corridos, resultó con dos heridas en la mano derecha.


Varios de los espectadores salieron a la calle y llamaron a los agentes policiales. Tres de ellos penetraron al estudio y procedieron a desarmar al enfurecido ciudadano. (…) El agresor dice llamarse Francisco Silvera y según se nos ha informado parece que sufre de consternación mental… (EL Heraldo, Primera Página; 15/01/1945.)