domingo, 22 de febrero de 2015

ALFREDO CORTINA UN ALQUIMISTA DE LA RADIO VENEZOLANA

Por Hilder J Hernández...

El radioyente venezolano desde el mismísimo año 1926, año que salió al aire la radioestacion AYRE, se dejó atrapar por “El radio” como se conocía a lo que hoy llamamos “La radio”, un hecho trascendental en la historia del país, solo comparable con la salida del teléfono celular en estos tiempos. Las narraciones infantiles o las adaptaciones de las grandes obras de la literatura, sedujeron al oyente, el cual se identifica de forma afectiva y hasta con un cierto sentido de pertenencia con esos espacios radiales, este podría ser un primer antecedente de aquello que la gente llamaría posteriormente radioteatro, radionovela, la novela, la comedia y hasta el culebrón, formato radial que ocupo por años un  puesto de primerísimo orden dentro de los productos ofrecidos por la radio venezolana, lo mismo que fue la telenovela en las décadas posteriores en la televisión.


Este fenómeno no era exclusivo de la radio venezolana, ya que las “Soap-Operas” como eran llamadas en Norteamérica y las agencias de publicidad; eran muy populares también en EE,UU, México; Argentina y Cuba, por cierto, de donde se dice son originarias, ya que eran el arte de contar historias por capítulos de los cuenteros, palabreros o lectores de novelas como se le conocían a unos personajes que se contrataban en las fábricas tabacaleras para entretener con sus historias a los obreros mientras estos elaboraban los cigarros.


Las radionovelas desde sus comienzos fueron patrocinadas por la Industria Jabonera y sus distintas marcas de jabones, he ahí lo de “Soap-Opera”; las más populares en Norteamérica “Clara, Lu, ´n´Em” la primera de las muchas radionovelas,  “Helen Trent”, “Our Gal Sunday” y “La Otra”, la historia de la radio en ese país comenta que ya para el año 40 había más de cuarenta novelas transmitiéndose en el país,; Mientras que en Cuba la historia incluye al “El derecho de nacer”, “Tamacúm”, y “Las aventuras del Detective Chang Li-Po.

       
Los antecedentes de las radionovelas venezolanas se remontan al lunes 25 de mayo del año 1931 cuando la Broadcasting Caracas 1-BC, inaugura " El Teatro del Aire" donde el actor y humorista Rafael Guinad presentaba dos charlas semanales, donde, desde el jueves 16 de abril de ese mismo año el humorista  Leoncio Martínez (Leo) presento sus diálogos cómicos y de forma excepcional también lo hizo Antonio Ramírez.


Ricardo Espina, entonces subdirector de la estación asegura que a pesar de los anuncios en la prensa local ”En un inicio de la radio no había cuadro de comedias, era una estructura más simple, porque había que hacerlo todo: libretista, actor, barrendero, grabador, locutor y cantante, éramos toeros, ese primer teatro se radiaba entre las 8:00 y 8:30 de la noche, seguido de una segunda tanda de 9:00 a 9:30 de la noche todos los martes, se incluía un tango negro, y el famoso morrongo de la zarzuela “La enseñanza libre”


La historia será otra cuando aparezca en el escenario de la radio un pionero de la radiodifusión venezolana, Alfredo Cortina nacido en 1903, a comienzos del siglo XX, escritor de cuentos y libretista de radio, televisión y cine, destacándose también como actor y publicista; cronista de Caracas; pintor con una serie de obras en técnica de plumillas, que retratan lugares de Caracas que no se registraron en fotografías a comienzos del siglo XX; fotógrafo,  sus archivos y series fotográficas actualmente se exhiben en exposiciones y bienales internacionales, y por último, inventor de objetos curiosos que solamente su mente con complicada formación filosófica podía crear, como sus relojes, fonógrafos y hasta las joyas para su esposa la poetisa y escritora Elizabeth Shön. 



Desde su juventud manifestó afición por el teatro y las artes en general, logrando desarrollar habilidades de ventrílocuo. En tal sentido, en 1915, a la edad de doce años, actuó por primera vez en una función a beneficio de la Cruz Roja en el Teatro Municipal de Caracas. Ya para 1924 contando con la edad de 21 años organiza el Teatro Pim-Bol, donde montaba comedias y dramas escritos por él “A diferencia de los libretos truculentos y fantasiosos que escribí para la radio, el cine y la televisión, aquellos escritos que creaba para el teatro eran hechos en versos al estilo clásico español” (Cortina, A. 1983). El éxito obtenido por Cortina en las tablas de su compañía artística motivo la invitación por parte de Anzola y Espina a incorporarse a la empresa radiofónica que dio origen a la radio en el país, la Broadcasting Caracas  Cortina.



En los estudios de la Broadcasting  don Alfredo  se convierte, desde 1932, en el libretista profesional que junto al también escritor Mario García Arocha, escribió la primera radionovela costumbrista venezolana “La comedia Santa Teresa”, su segundo gran éxito después del alcanzado por su primera comedia “El matrimonio radiotrónico” historia en capítulos independientes de una pareja de esposos involucrados en hechos humorísticos relacionados con la radio. “La Comedia Santa Teresa” es la historia en capítulos seriados que da origen al primer gran record de audiencia registrado en la radio, gracias a la calidad y buen humor del contenido en los libretos, sumado, a la buena actuación de las actrices Conchita Ascanio y Carmencita Serrano y los actores Ricardo Espina y el propio Cortina,  esta serie se mantuvo al aire por cuatro años.


Luego de este éxito, vendría “El misterio de los ojos escarlata” primera serie de suspenso que mantuvo a la Caracas de entonces pendiente de las aventuras de Alicia, interpretada por Cecilía Martínez, heredera de un tesoro enterrado y diseminado por distintas partes de Venezuela. 


Posteriormente  surgieron de la máquina de escribir de Cortina muchos libretos y producciones para la radio, que los oyentes disfrutaban con gran deleite, entre como: “El enigma de los incas”, “El secreto de Ayarú”, “El alma del tirano”, “El emir”, “El experimento del doctor Huggs” quizás uno de sus más truculentos escritos el cual consistía en fabricación de un ser monstruoso con partes humanas robadas en un hospital, personaje creado mucho antes años antes de la famosa película de Frankenstein. Igualmente adaptó numerosos cuentos de la literatura infantil, conocidos por los radioescuchas como “Las Historietas klim”, y otras más que lo ubican como uno de los grandes libretistas de radio en Venezuela.

En 1934, tras retirarse de la Broadcasting Caracas, funda la agencia de publicidad Estudios Universo, en sociedad con un grupo de amigos vinculados al medio “García Arocha, Macías y yo, nos asociamos para fundar Estudios Universos. Esta fue una emisora moderna, donde se instaló el primer grabador de discos en el país. Con un estudio con capacidad para 200 personas bien instaladas, y un escenario grandísimo, donde cabía una orquesta sinfónica cómodamente instalada, ahí tocó la Orquesta Sinfónica de Venezuela. No tuvimos buen resultado, porque el mantenimiento era costoso, el sonido nuestro no era bueno, no pudimos mejorarlo, después nos asociamos con Gonzalo Veloz Mancera, una gran persona, uno de los pioneros de la radio en Venezuela, Gonzalo hombre que tuvo una cuota excepcional en la creación de la radio y televisión en el país, el fundo Ondas Populares, entonces nos asociamos con él, nosotros ponemos los estudios y él pone la planta transmisora, la planta verdaderamente era muy buena, pero entonces ya éramos mucha gente, para una sola emisora, no resultaba,  financieramente no daba resultado, le propusimos a Gonzalo que nos comprara nuestra parte, él nos pidió esperar un tiempo, mientras que el buscaba el dinero, finalmente nos las compro. Nosotros le vendimos los estudios, y el posteriormente se la vendió a Radio Caracas” (Cortina, A. 1983)


 Pasada esa parte de su historia como empresario radiofónico, don Alfredo Cortina compra un espacio radial como productor independiente en Radiodifusora Venezuela de 7:00 a 9:00 de la noche, creando una serie de programas de carácter cultural como: “La comedia boba”, “Treinta minutos de opereta”, “Los pequeños momentos líricos”, “Los grandes benefactores de la humanidad”, programa que difundía la vida y obra de los científicos que contribuyeron a mejorar nuestras vidas, “Marte, incógnita del cielo”, espacio radial que se adelanta como visionario a muchos de los inventos tecnológicos que con el tiempo aparecerán en el mercado y al tratamiento del fenómeno OVNI.


Cortina en la década de los cincuenta da el salto a la televisión, medio audiovisual que conto en sus inicios con la creatividad de Cortina. En 1953 escribió y produjo para el canal Televisa (señal pionera de Venevisión, propiedad para entonces de Veloz Mancera) el exitosísimo programa “Los casos del inspector Nick” con la actuación como protagonista del intelectual larense Alberto Castillo Arraiz; “Caracas hace 50 años”, “Historias y leyendas del mar”, “El umbral del misterio”, entre otras series de suspenso e intriga que escribió para ese canal.



Para los años ochenta ordeno sus cuentos, escritos y libretos, donándolos gentilmente a la Biblioteca Nacional, hoy recogidos como una colección que publica la Biblioteca del Sur, escribe su clásico sobre la historia de la radio, como una especie de autobiografía llamado “La historia de la radio en Venezuela”, también escribe su popular bets-seller  “Crónicas de Caracas”, además de conceder numerosas entrevistas donde dio a conocer sus invenciones. Su inquietud artística lo llevo a niveles de dimensión incalculables, una prueba de ello, la creación de una coral y hasta la autoría de temas musicales como “Las Bellas Noches de Maiquetía”  vals venezolano que compuso junto a Pedro Arcila Ponte. 



Vídeo del programa Pioneros; sobre Alfredo Cortina Parte I




 

Vídeo del programa Pioneros; sobre Alfredo Cortina Parte II

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